martes, 30 de junio de 2020

Hemos vuelto a la normalidad, pero sin trabajo. La nueva normalidad consiste para mí en llevar máscara por la calle.

La nueva normalidad está llena  de saludos raros, de " bueno ¿qué?¿Nos abrazamos?". El otro día mi madre me desnudo al entrar en casa. Toda precaución es poca y , más para ella, bregando con la muerte todo el día. Parece que se ha acostumbrado a dejarla en el umbral. Pasen de uno en uno. A ti no te toca aún. Y ahí me imagino a la muerte en la puerta de la habitación del hospital donde trabaja, esperando paciente a que le den paso o ahi, en la puerta de casa , decepcionada al ver cómo me desinfecta mamá.

Le pedí permiso para darle un abrazo. Llevábamos tres meses sin vernos y debatimos largo y tendido la necesidad de un abrazo y un beso. Me siento desquerido ma, son tres meses. Joer. Nadie me ha dado un beso en tres meses Joe...

La gente ha aprendido a dar pena durante esta cuarentena. Hay auténticos profesionales. Los mejores están a las entradas de los supermercados
. Yo no podía ser menos. Ya no sé ni si llamarlo así o no. Simplemente la nueva normalidad está llena de anormalidades.

Pero hay brotes verdes. Los niños de la Elvira vuelven a dar palos. Hoy he leído en el periódico que se espera que 58 vuelos aterricen la semana que viene enaen el aeropuerto. El otro día acabé en la Estrella, la gente fumaba, ahí con el techo a un palmo de sus cabezas, codo con codo con el siguiente fumador. Algún atrevido meneaba la cadera dislocado. En los lugares sin pista de baile es imposible prohibir el baile.

Hoy he vuelto a casa de mi madre. Llevaba sin verla un al menos un mes, pero hoy , si que me abrazó. Me desnudó, desinfectó y abrazó. La muerte estaba igual, en el umbral de la puerta. Parecía triste por no entrar, aunque tenía una sonrisa burlona. Mientras cerraba la puerta, alzó el brazo, dejando ver su huesuda muñeca por debajo de la túnica. Allí estaba marcado el señor bigotudo, el inconfundible sello de la booga. Con razón estaba tan contenta, con razón los niños de la Elvira vuelven a dar palos, con razón me abraza mi madre y vuelven los vuelos. Tenemos discoteca abierta en Granada...


domingo, 21 de junio de 2020

La nueva normalidad

Este fin de semana ha sido el solsticio de verano.
También la luna nueva.
Y también ha habido eclipse solar.

Al parecer se confundieron calculando la fecha del fin del mundo según el calendario maya:
No era el 21.12.2012
Resulta que hace 268 años cambiamos del calendario juliano al gregoriano, que tiene 11 días más.
Si calculásemos la fecha en el calendario antiguo:
268 años x 11 días = 2.948 días más
La fecha corregida sería hoy: 21.06.2020

Hoy termina el estado de alarma.
Mañana comienza la nueva normalidad.

Bienvenidos.

-Infectada289/k-

miércoles, 3 de junio de 2020

He sido atrapada por un vórtice en el espacio-tiempo. De repente una gravedad insalvable me ha arrastrado hacia el centro de esta improbable entidad, me ha aplastado, estirado, torneado, aplastado otra vez... y me ha escupido por el otro lado. Y me ha dejado aquí de nuevo, exactamente donde estaba: sentada en mi sofá escribiendo en mi ordenador, misma fecha misma hora. Solo cambia una cosa: esa flor azul de la pared no estaba antes. Estoy segura que antes ahí habia una bola hueca. La hice y la puse ahí yo misma. ¿De dónde ha brotado esa flor? Fijándome bien es de tela, no ha brotado de ningún lado. Entonces solo existe una respuesta: estoy en otra realidad. Estos no son mi sofa y mi ordenador. Este no es mi salón. Este no es mi barrio. Esta no es mi gente. Se parecen mucho, físicamente son idénticos, pero no son ellos. Pero para ellos la que no soy, soy yo. Esta es su realidad.

Llueve ahí fuera

 La luz es gris desde hace tres días. No hay sol. No se deja ver. Tengo la sensación de estar atrapado en una prisión de la que no puedo sal...