18 de marzo de 2020. Después de cuatro o cinco días de enclaustramiento forzado en España, el humor, los memes y el poco tiempo de confinamiento, ante unas medidas relativamente laxas o relativamente duras depende para quien lo mire, hacen que el nivel de estrés esté dentro de lo tolerable.
Un murciano vestido de tiranosaurio rex va a hacer la compra, una policía baila en la calle al son de la macarena, otros tocan el acordeón para alegrar a los vecinos o se graba como la gente se lleva cientos de paquetes de natillas para risión general. Para acabar los días se ha asumido como aglutinante popular el bonito aplauso desde los balcones a los diferentes colectivos que se enfrentan al monstruo vírico..
Pese a todo, a nivel individual, a algunos ya les cuesta pensar con claridad y el aire se les hace ya denso entre paredes y se ven obligados a ordenar minimamente su mente para que el día no se haga demasiado largo, otros por contrario, más prácticos o acostumbrados a estos pesares, piensan que es buen momento para ponerse en forma pensando en el veranito, para hacer cursos online sobre cocina vegetariana o incarle el diente a guerra y paz o alguno de esos grandes clásicos que esperaban con polvo en la estantería...
pocos muy pocos, preveían las noticias que vendrían a los pocos días y que lo cambiarían todo...