martes, 17 de marzo de 2020

Tiempo de cerdos

Es cuando todo se detiene que levantas la cabeza, respiras y te das cuenta de lo que tienes alrededor. Descubres la casa que has construido, recuerdas a los 3 cerditos y te alegras de haber plantado fuertes cimientos. Acabas de cerrar la puerta y afuera está el lobo cogiendo aire, pero respiras tranquilo, confiado en la resistencia de tu residencia. Te permites fijarte en los detalles que te rodean, en el reloj de pared con su segundero, en su enérgico tic y en su apaciguado tac. Y entonces te preguntas: ¿me he dejado la ventana abierta?

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